Nuevas circunstancias

Y otro blog mas. No se cuantos llevo ya, más de 15 seguro. Sucede que después de un rato se vuelven un poco pesados, la vida cambia constantemente y el blog viejo arrastra el pasado como si siguiera presente. Mejor archivarlo y comenzar de nuevo.  Es gracioso darte cuenta de que estas cagando fuera del tiesto y que estas aferrándote a cosas que ya están muy lejos. Comenzar de nuevo... y que mejor que un blog nuevo, lo que siempre requiere de un poco de egolatría, porque uno asume que alguien hará una pausa en su poco ocupada vida para leer los delirios de un loco. 

¿Por qué la ciudad? Porque vivo en una, de esas con edificios altos y gente indiferente. Con autobuses atravesándola como parásitos en los intestinos de una paloma. Con policías que sirven mas de guias turísticos que de otra cosa. Con negros vendiendo artesanías, chinos en sus negocios y supermercados de barrio, judíos distantes y blancos, bueno, blancos como todos, torpes y apáticos. Autos que no respentan a los peatones. Mierda de perro en las aceras. Y malos olores, los malditos malos olores. Una ciudad atiborrada de publicidad tan idiota que le fundiría el cerebro a cualquiera que se detuviera a contemplarla. De mujeres que se creen demasiado el cuento y hombres que parecen hechos con molde. Una ciudad donde la belleza es artificial y aterradoramente estereotipada. Donde la escena artística esta compuesta sólo con actores, interpretando papeles diversos: pintores, músicos, escritores, poetas, escultores, todos sacados de una mala película europea...  en fin, ya parece que la odio.
¿No se siente usted identificado? ¿Que raro no? Eso quiere decir que la ciudad tiene otras cosas que ofrecer, aparte de la idiotez enervante y la intelectualidad barata. Pues vamos a descubrir de que se trata. Qué es lo que se esconde tras el hormigon y el silencio.

1 comentarios:

  Anfechen

27 de junio de 2009, 15:56

Creo que los locos clínicos deben odiarnos por la comparación, ellos son más fuertes con nosotros en su lucha por ser parte del sistema, de una u otra forma los anómicos son libres dentro de sus cubos blancos y deprimentes, entre fármacos y drogas capaces de degradar ansias y sueños...
Pero aquí estamos nosotros, los no conformes. Pues yo no creo que el argumento de "no te falta nada" sea válido, todos podemos tener carencias subjetivas en diferentes grados y de diversos tipos.
Espero que nunca pierdas tus sueños, y el hecho de que se mantengan a través del tiempo nos dice dos cosas:
1.- Eres consecuente.
2.- EL mundo no cambió lo suficiente como para agradarte, vale decir, su parte fundamental sigue siendo la misma mierda de hace años.

Completamente de acuerdo en que debemos cambiar lo que está, como sea, aunque la vida se valla en eso. Creo que hay que actuar sin instruirse, por eso me llevo mal con los intelectuales. Para mi leer a Hegel es perder el tiempo, pues no necesito más que observar para notar que el mundo está funcionando de un modo torcidamente injusto. Por otra parte, he comprobado empíricamente que un grito enardecido da más frutos que una seca lectura de biblioteca...al menos se consigue algo de lo que se pide, con la certeza de que algún día conseguirás todo.
Porque al menos viste, en algunos momentos de tu vida, que esos que parecían intocables tuvieron que asustarse, para razonar contigo, que tuvieron que aprender tu nombre para tranzar. Y entonces, notas que puede hacer eso y mucho más.
Un abrazo grande manito!
Te quiero mucho.

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