Desde la terraza se ven los edificios, como totems ancestrales aguardando algo. Miran el horizonte, ajenos por completo al paso del tiempo y a todo lo que en sus entrañas se entreteje. Sordos, mudos e incapaces de ver algo mas pequeño que a ellos mismos, los edificios no notan que la gente trama algo. Dentro, la semilla de la rebelión crece. Afuera, la tierra empieza a lanzar sus gritos de guerra...
martes, 18 de agosto de 2009 {2 comentarios}
Cuida tus palabras pequeño humano. Cuida tu impetuosa verborrea que no sabe de límites.
Mírate al espejo y busca entre tu carne putrefacta la llama ahogada de tu esencia. Mírate al espejo pequeño humano, corta tu cuerpo en pedazos y limpia tus venas, tus intestinos, limpia cada pliegue de tu cerebro y el hollín de tu corazón. Entonces cómelos para que crezcan puros.
Mírate al espejo pequeño humano y observa atentamente como se desgrana el pensamiento con el que te has identificado toda la vida. Rompe con las cadenas que atan generaciones y siéntete libre de ser tú. Alimenta tu esencia con instinto, con el conocimiento que adquiriste en vidas pasadas. Ayer… ayer cuando la viste por primera vez.
Cuida tus palabras pequeño humano. Porque no significan nada más que temores absurdos, oscuros, profundos y malolientes. Lávalos bien y almidónalos para que así, de tu boca no salgan más que caricias. Y jamás, jamás olvides sus ojos.
Cuida tus palabras pequeño humano…y conviértete de una vez en un hombre.
domingo, 16 de agosto de 2009 {1 comentarios}
Se levanta cada noche a escribir, porque los sueños le atemorizan. No son pesadillas, pero en la mañana, al abrir los ojos, se desvanecen como la gente que habitó su pasado. Se desvanecen inexorablemente, como el color de los letreros en la carretera. Se desvanecen con cada intento de aprehenderlos. Como el cigarrillo que se fuma mientras escribe.
Se levanta cada noche a escribir, porque prefiere soñar despierto, y no olvidar nunca cada detalle de sus personajes. Trata de describirlos, pero las palabras no los contienen. Solo viven durante el acto de la escritura. Solo entonces alcanzan su mayor claridad y sus acciones cobran su completo sentido. Solo mientras escribe los mundos se conforman. Porque tras cada punto final se pierden en el vacio del papel y ya nadie podrá ver lo que intentó escribir.
Se levanta cada noche a escribir. A imaginar las pequeñeces de las grandes hazañas. Los detalles de una puerta que transporta a las personas al mundo de la locura. Las diminutas rallas, marcas de viejas batallas en las botas de un cazador. Imagina las complejas maquinas que con la delicadeza de un artista instalan las venas, huesos y músculos artificiales de la androide que le quitara el sueño a un desesperanzado hacker.
Se levanta cada noche a escribir porque la noche es luminosa. Porque de noche brillan infinitos soles dispersos en el universo. Como pecas en el pecho de una pelirroja. Como la arena que se eleva junto a las olas. Como flores en el desierto.
Se levanta cada noche a escribir, porque lo necesita. Porque escribir es para él cavar un túnel en las sombras. Es remover las rocas de un derrumbe. Ordenar sus pensamientos y reconstruir su vida.
Se levanta cada noche a escribir, porque así lo quiso quien escribe. Porque no es más que el sueño de otro escritor que no puede dormir esta noche.
sábado, 15 de agosto de 2009 {0 comentarios}
Las dudas y los temores se esconden como pastelones levantados o soretes sobre el pavimento. Tan a la vista que no les prestas atención hasta que resbalas sobre ellos.
Me lleno de dudas si, de miedos que bloquean la imaginación. De desinspiración. ¿Exalación? La vida es así supongo, llena de momentos de caer en la oscuridad, de la destrucción absoluta. Llena de empezar de nuevo y cagarse de susto ante las salidas de las autopistas.
Caminamos a ciegas todo el tiempo pero a ratos nos sentimos seguros, creemos que seguimos un sendero, siempre el correcto. Hasta que metemos el pie en el lodo, nos clavamos alguna astilla o nos muerde un perro callejero.
Hay quienes están seguros de seguir el camino correcto, glotones metafísicos, místicos obsecionados con viejas teorías sobre el sentido de la vida.
Pero he aquí mi única teoría sobre la sabiduría. Si el alma no es eterna la vida no tiene sentido. Si el alma es eterna es porque siempre cambia, porque siempre hay algo que aprender. Si existiera una verdad absoluta, la eternidad no seria necesaria, estaría limitada. Si el universo tiene N años, y hemos tenido X reencarnaciones o lo que sea, en Z años mas, habremos aprendido todos los B misterios que tiene la vida.
Me niego a creerlo. Si dios existe, no es el mismo que creó la tierra hace millones de años, no piensa igual y no conoce lo mismo. Todo cambia y buscar lo absoluto es absolutamente absurdo.
El misterio de la vida se vive, porque ahora es uno y mañana sera otro. Por eso tenemos miedo, y por eso dudamos, porque ante cada duda nos reinventamos. Ante cada dolor reconstruimos nuestra perspectiva y con nuestra nueva visión cambiamos por completo el curso del universo.
Aunque puede que todo lo anterior sea mierda. Porque yo sigo aquí sin una gota de inspiración, sin un dibujo y sin paz en el espíritu. Por suerte mi corazón todavía explota cada vez que escucho su voz y me recuerda que sigo vivo.
lunes, 3 de agosto de 2009 {1 comentarios}