Qué puedo decir. Tiende a ser un poco agotador. Son, en definitiva, malas costumbres. mirar a los ojos, oír con atención. Eso de sonreír y sostener.
Aveces sorprende, es como si llevara una cruz roja tatuada en alguna parte. Siempre se me revela alguna historia dolorosa, siempre se me pide un concejo difícil. Como si pudiese arreglar mi propia vida.
Ni siquiera soy bueno hablando, ni digo cosas profundas y reveladoras. Es como si la respuesta no importara, solo ese minuto de paz que regalas. Ese vacío que se abre en medio del gentío y en el que los ojos de las personas se ablandan, se vuelven confiados como los de un niño, cristalinos.
Resumiendo, una excusa para tirar la cadena del inodoro. Quizás podría trabajar de limpiafosas. Sería un trabajo similar. Pero como siempre en la vida, en casa de herrero, cuchillo de palo, el mio está tapado desde hace mucho y no tengo tiempo para arreglarlo. A fin de cuentas, sólo voy al baño en los bares.

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